La palabra “cáncer” es un término muy amplio, que hace referencia a un gran grupo de enfermedades provocadas por la multiplicación desordenada de células en nuestro organismo. Puede afectar a cualquier tejido u órgano del cuerpo humano, pudiendo ser más o menos agresivo según cada caso.

Entre los hombres, los tipos de cáncer más frecuentes, excluyendo el cáncer de piel no melanoma, son los de próstata (29,2% del total), colon o recto (9,1%) y tráquea, bronquios o pulmón (7,9%). Entre las mujeres, el cáncer de mama es el más prevalente, representando el 29,7% de los casos. Le siguen el cáncer de colon o recto (9,2%) y el cáncer de cuello uterino (7,5%).

Cada tipo de cáncer, según el sitio afectado, la etapa de la enfermedad y varios otros factores, se trata de manera diferente. Los tratamientos pueden incluir, por ejemplo, el uso de medicamentos, quimioterapia, radioterapia, trasplante de médula ósea y cirugía para extirpar tumores.

¿Qué causa el cáncer?

Primero, no debemos olvidar que todos los cánceres son causados ​​por mutaciones genéticas, es decir, son causados ​​por alteraciones en nuestros genes. Sin embargo, el motivo de estas alteraciones puede ser de lo más variado, no necesariamente por herencia.

Podemos dividir los factores que provocan el cáncer en internos y externos: mientras que los primeros tienen que ver con el propio organismo de la persona -como la genética y las condiciones inmunológicas-, los externos están relacionados con condiciones ambientales y de comportamiento, como la alimentación, el medio ambiente y hábitos de vida, por ejemplo.

Según el INCA, entre el 80% y el 90% de todos los casos de cáncer están asociados a factores ambientales y entre el 10% y el 20% están ligados a factores únicamente internos, como la inmunidad. Aunque este último porcentaje parece bajo, tiene en cuenta todos los tipos de cáncer, incluidos los menos hereditarios.

El cáncer de mama, por ejemplo, es una enfermedad con una alta tasa de heredabilidad: mientras que las personas sin antecedentes familiares de cáncer tienen un 12 % de posibilidades de desarrollar la enfermedad, para aquellas con mutaciones genéticas hereditarias (en BRCA1) la probabilidad puede aumentar hasta 87%.

El cáncer de mama es una enfermedad en la que los antecedentes familiares juegan un papel importante.

Muchos de los casos, sin embargo, pueden ser una combinación de varios factores: algunas personas pueden tener, por ejemplo, condiciones genéticas que aumentan su propensión a verse afectadas por la enfermedad cuando se exponen a ciertas condiciones ambientales y de comportamiento.

¿El cáncer puede ser genético?

Aunque no hay formas de evitar por completo la multiplicación de las células cancerosas, existen acciones y precauciones que se pueden tomar para ayudar a prevenir la enfermedad y mejorar la calidad de vida.

Además de cambios en el estilo de vida, como practicar ejercicio físico, mantener una dieta saludable y evitar hábitos como el consumo de cigarrillos y bebidas alcohólicas, los avances de la ciencia permiten conocer en profundidad nuestra genética para que, con ello, sepamos si tenemos predisposiciones al desarrollo de ciertos tipos de cáncer.

Esto se debe a que existen ciertas mutaciones genéticas, con las que nacemos o no, que indican si somos más o menos propensos a padecer algunos tipos de cáncer.

Fumar es uno de los principales hábitos que conducen a la aparición de cáncer debido a la presencia de sustancias cancerígenas comprobadas.

¿Cómo puedo saber mi riesgo de contraer cáncer?

Tener conocimiento sobre nuestra salud y las características de nuestro cuerpo puede ayudarnos a pensar en hábitos de vida más saludables y, con ello, a planificar mejor nuestras acciones futuras.

Hay pruebas que estiman la probabilidad de que desarrollemos condiciones y enfermedades basadas en nuestra genética. Tales pruebas realizan un mapeo de nuestro ADN y verifican la existencia de variantes de riesgo en determinados genes de nuestro organismo, incluidas enfermedades como el cáncer.

Uno de esos mapas genéticos es la Escala de riesgo genético de Genera. A través de una simple muestra de saliva, que se puede recolectar en casa, es posible conocer nuestro riesgo de desarrollar diferentes tipos de cáncer, entre ellos el de tiroides, de mama, de próstata, colorrectal y de vejiga.

La Escala de Riesgo Genético analiza varios SNPs en nuestro organismo, es decir, los marcadores genéticos que determinan nuestras características genéticas. Este método calcula cómo la combinación de diferentes marcadores genéticos contribuye a la probabilidad de desarrollar enfermedades.

A partir de eso, es posible saber si nuestro riesgo de desarrollar cáncer hasta los 95 años es mayor, menor o similar al del resto de la población brasileña. El resultado se muestra como un porcentaje.

¿Cómo accedo a la Escala de Riesgo Genético?

La Escala de riesgo genético es un marcador que aparece en el Test de Ancestralidad, Salud y Bienestar de Genera. Está disponible exclusivamente en el paquete Genera Premium.

El test genético se realiza de forma rápida y sencilla, a partir de una muestra de saliva.

Además de conocer predisposiciones a enfermedades y condiciones genéticas, el test presenta resultados relacionados con la alimentación, el rendimiento físico, el envejecimiento y la interacción de nuestro organismo con los medicamentos. Además, con los paneles de ascendencia podemos averiguar el origen de nuestros antepasados ​​e incluso encontrar personas con las que compartimos secuencias de ADN.

Vea un ejemplo de cómo son presentados los resultados.