Probablemente te hayas preguntado quiénes son tus antepasados y cuál fue la trayectoria que recorrieron alrededor del mundo, ¿verdad? Esta es una de las varias curiosidades que han llevado a las personas a hacerse un test de ancestralidad. Si hacer un mapeo genético en la década de los 1980 era casi imposible por su elevado costo, hoy, con el desarrollo de nuevas tecnologías de análisis y con la posibilidad de hacer la recolección de muestras de ADN en casa, el escenario es otro.

Para que tengamos una idea: de acuerdo con una investigación publicada en la MIT Technology Review, al menos 26 millones de personas han recolectado una muestra de su saliva para que una parte de su genoma fuera analizado hasta inicios del 2019. La tendencia es que ese número crezca cada vez más rápido.

Con el test de Ancestralidad Genera, por ejemplo, es posible ver en un mapa las regiones de dónde vinieron tus antepasados de forma divertida e interactiva. Otro factor que aumenta el interés por el test es la posibilidad de comparar los resultados con los de tus familiares. Aquí es donde está una de las mayores dudas: ¿Qué pasa si dos hermanos, hijos del mismo padre y madre, presentan resultados diferentes en sus tests de ancestralidad? 

Pues entendamos cómo esto es posible y porque no hay nada de malo en eso.

Test de ancestralidad: entienda qué es y cómo funciona

El test de Ancestralidad Global analiza 700 mil puntos del ADN y nos proporciona los valores porcentuales de la ubicación biogeográfica del material genético de la persona. La ancestralidad identificada en el análisis tiene influencia de hasta cinco generaciones (hasta tus 16 tatarabuelos/tatarabuelas).

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El resultado del test nos dirá los porcentajes de cada ancestralidad genética que tiene el individuo, por ejemplo: un 40% europeo, un 20% del Medio Oriente, un 20% africano y un 20% centroamericano, con las subdivisiones dentro de cada continente (por ejemplo, del 40% europeo, un 20% viene de Europa del Este y un 20% de las islas británicas). Cabe recordar que la presentación de los resultados puede variar, ya que la precisión de la ubicación depende del tamaño de la base de datos de la empresa contratada.

Si los hermanos son hijos de los mismos padres, ¿no tendrían los mismos resultados?

No, no es así de sencillo. La respuesta está en los principios de la Genética Mendeliana.

Los seres humanos tienen un total de 23 pares de cromosomas: 22 de los cuales son autosómicos, es decir, no tienen que ver con el sexo biológico del individuo. Sin embargo, estos pares no son idénticos.

Como los cromosomas autosómicos (y también los sexuales) son heredados de nuestros padres, lo que sucede es una mezcla de información genética pasada de generación en generación de forma aleatoria: un 50% de la información genética proviene de nuestra madre y un 50%, de nuestro padre. Así, la cantidad máxima de ADN que podemos heredar de una abuela es un 25% y, consecuentemente, un 12,5% de los bisabuelos.

Durante el proceso de reproducción, específicamente en la meiosis, ocurre la recombinación genética, es decir, el intercambio aleatorio de material genético. La gran contribución de la meiosis para la variabilidad genética es la capacidad de combinar los genes heredados del padre y de la madre de manera diferente. Por esa razón, a menos que sean gemelos idénticos, los hermanos siempre tendrán algunas diferencias en sus códigos genéticos y es posible, entonces, que no hereden la misma ancestralidad genética.

Si te haces un test de ancestralidad con tu hermano y encuentras resultados distintos, entiende que eso es perfectamente normal y está respaldado por la genética. Incluso, genéticamente hablando, este es uno de los factores que contribuyen para aumentar la variabilidad genética.

 

Referencia

MAGALHÃES, Lana. Recombinação Gênica. Disponible en: https://www.todamateria.com.br/recombinacao-genica/ [26 oct.. 2020].